Tratamientos hiperbáricos

¿Qué se siente durante una sesión en cámara hiperbárica?

Si alguna vez has considerado probar la oxigenación hiperbárica, es natural que te preguntes cómo es la experiencia real dentro de la cámara. ¿Es incómoda? ¿Hay dolor? ¿Se siente diferente respirar oxígeno puro? En este artículo te contamos de forma sencilla y detallada cómo transcurre una sesión desde el momento en que entras hasta que sales, para que tomes tu decisión con toda la información en la mano.

Llegar sin prisas: la preparación

Antes de entrar a la cámara, se realiza una breve valoración médica. El equipo revisa tu estado general y resuelve cualquier inquietud. Lo ideal es acudir con ropa cómoda, sin elementos metálicos ni perfumes intensos. En la mayoría de los casos, no necesitas ayuno ni preparación especial, aunque siempre se siguen las recomendaciones del profesional tratante.

En nuestro centro médico en Medellín, las sesiones son guiadas por personal especializado que acompaña cada paso del proceso, desde la entrada hasta la salida de la cámara.

La sensación de presurización

Una vez dentro, la cámara comienza a presurizarse poco a poco. Este proceso es similar a lo que se siente durante el despegue de un avión: notarás presión en los oídos, como si descendieras de una montaña. Para aliviar esa sensación, se recomienda bostezar, masticar o realizar maniobras de compensación, como taparse la nariz y soplar suavemente.

La presión se alcanza en pocos minutos y, aunque al principio puede resultar nueva, no es dolorosa. Después de unos momentos, tu cuerpo se adapta.

Respirar oxígeno puro: una calma progresiva

Durante toda la sesión, respirarás oxígeno al 99%, y tu cuerpo comenzará a absorberlo de forma mucho más eficaz gracias a la presión aumentada. Muchas personas describen una sensación de relajación profunda. Puedes leer, escuchar música, meditar o incluso dormir. No hay sensación de calor o frío extremos, y el ambiente dentro de la cámara está controlado y ventilado.

En casos de sesiones largas o para tratamientos específicos, se realizan pausas programadas en la inhalación de oxígeno, siguiendo protocolos de seguridad.

Después de la sesión: claridad y descanso

Al finalizar, la cámara se despresuriza lentamente, sin brusquedad. Volverás a sentir un cambio en los oídos, pero de forma leve. Al salir, muchas personas comentan sentirse despejadas, con más energía o incluso con menos dolor si estaban tratándose de lesiones o inflamaciones.

Es posible experimentar un poco de cansancio o hambre después de las primeras sesiones, ya que el cuerpo ha trabajado intensamente en su proceso interno de regeneración. Esto es completamente normal.

Una experiencia segura y controlada

Sentirse a gusto durante el proceso es clave para su efectividad. Por eso, parte del valor de la oxigenación hiperbárica no está solo en el oxígeno en sí, sino en cómo se acompaña al paciente antes, durante y después. En nuestro centro médico, ofrecemos un entorno cálido y profesional, con seguimiento personalizado en cada sesión.

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Recuperarse no tiene por qué doler

Elegir una terapia como la oxigenación hiperbárica es también elegir un camino de cuidado amable con el cuerpo. No se trata de intervenciones invasivas ni de procesos agresivos, sino de activar desde adentro las capacidades naturales de tu organismo. En el centro médico del Dr. Diego Hernández, ubicado en el Edificio Forum de Medellín, entendemos que el bienestar se construye también desde la experiencia.

Si estás buscando una alternativa real para potenciar tu salud, aliviar molestias o acompañar tu recuperación, agenda una sesión con nosotros. Escríbenos a info@drdiegohernandez.com.co o contáctanos a los teléfonos (+604) 4486893 – (+604) 3229015 – (+57) 311 7970832. Te esperamos en Cl. 7 Sur #42-70, Of. 1211, Edificio Forum – Medellín.

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